La experiencia desde el punto de vista del GA (by Pini, 26-05-2010)

VIERNES: salvo la paradita del Mercadona, o "Merca-Donna", porque fue tomado por las chicas del grupo, todo bien. Hicimos entrada en Cabezón y vimos el pueblo, la carpa, la gente que, año tras año, se reúne para la competición. Como muy buen ambiente. Buen rollo. Recogida de dorsales y, enseguida, a casa. Nuestros guerreros tenían que cenar y descansar.

SÁBADO: día D. Del infierno. Fresco por la mañana, pero a nadie se le escapaba que iba a zumbar de lo lindo. Bajada al pueblo. A la salida. Algo gratis tenía que regalarse porque no era normal el mogollón de gente que había. Como miembro del grupo de apoyo logístico, me encaramo en un árbol para coger una buena perspectiva y plano de la salida. Armado de cámara de vídeo y de fotos, allí me planto. Fijo el plano todo lo que puedo para grabar la salida (¡quién sabe en qué momento pasarían Javi y Ricar!), y...¡a grabar! A mi lado, Teresa, con su super-cámara, observando el paso de la serpiente y esperando el momento para acertar en el disparo. ¡Joder, parece un documental del National Geographic!

Y pasaban, y pasaban, y más que pasaban...y no aparecían. Ví que el resto del grupo (Celeste, Ana, Carlos y Arantza) ya no estaban donde al principio estaban. Teresa me dice que igual ya han pasado y nos les hemos visto y que se han ido a otro punto (la rotonda de salida) para volver a verles. Yo le digo que no creo, que he estado ojo avizor en todo momento y que no les he visto. Que no habían pasado, vaya. Y en esto, ahí aparecen. Los dos juntos. Pues toma, inmortalizados, tanto en vídeo como en foto.

Y, como decía antes, tiramos para La Cocina. Tenemos que estar parados en algún tramo debido al paso de la carrera. Llegamos a las 10.00h. Vemos pocos corredores. Preguntamos a una controladora de carrera y nos dice que están pasando los últimos. Pues nada, hemos llegado tarde. Teníamos que haber salido ya desayunados cuando bajamos con Javi y Ricar (nota mental para la próxima ocasión). Nada, tiramos para Ruente.

En Ruente pasamos bastante tiempo. La serpiente multicolor ya se había estirado, el infierno empezaba a decir "aquí estoy yo". El sitio era bonito. Corría un riachuelo con agua fresca que se agradecía debido al calorazo que achuchaba. Subidos en un murete esperando a que Javi llegara (iba más adelantado que Ricar) estábamos. Ana y yo estuvimos bastante rato ahí apostados. Había que verme (bueno, alguna foto ya lo atestigua): cámara de fotos, cámara de vídeo, y prismáticos. Y todo listo porque, de aparecer, sería casi un visto y no visto. Y había que estar preparado (de hecho se me acabó casi toda la batería de la cámara de vídeo).

Pero bueno, me dió tiempo a grabar la llegada de Javi. Ése que ni siquiera se dió cuenta de que estábamos allí y que le animamos según pasaba. Ése que ni siquiera vió que, unos metros más adelante, había una pintada en el suelo, aprovechando perfectamente la inclinacion que el tramo ofrecía, que les animaba a él y a Ricar. En fin. Tanto trabajo... Jugándome el cuello a que los dueños de la urbanización salieran a decirme a ver de qué iba pintando la carretera de delante de sus casas...

Uno ya había pasado. Ahora, había que esperar al segundo. Los minutos pasaban. El sol no daba tregua. Nosotros allí encaramados. Y más minutos. Y más espera. En esto que empiezo a notar "cosas" en el estómago que iban a más. Malo. Creo que eran síntomas de mareo. Conato de mareo, al menos. Aguanté un rato más. No paraba. Nada, abajo. A la sombra. Y descubrí un sitio hasta mejor. Subido a una caja de un grupo electrógeno y sujeto a la torre de cemento que tenía al lado.

Allí observé cómo venía Ricar. Lo captamos, tanto en vídeo como en foto. Para ello contaba con la inestimable ayuda del resto del grupo, aunque luego me dí cuenta de que Ana se había puesto nerviosa y no había sacado foto, Celeste había visto a Ricar "de verde" y le había grabado. En fin, un poco de desbarajuste. El calor.

Y, de ahí, a Bárcena Mayor. Allí comimos, como he mencionado al principio. Allí Ricar decidió que ya estaba bien.

Y, finalmente, nos volvimos a Cabezón para ver llegar a Javi. Teresa y yo nos apostamos en la meta, a ras de suelo, para grabar la llegada.

Javi llegó, con mejor tiempo que el año pasado. Hay una cosa que me llamaba la atención. La gente llegaba, pero no exhausta. Si yo hubiera llegado, imagino que no podría ni hablar hasta pasados 20 minutos. Javi no paraba el tío.

Y nada, nos reunimos todos. Nos sacamos alguna foto, y nos fuimos a casa a que Javi se duchara.

En ese momento, no sé si movido por el ambiente de la competición, la cantidad de participantes, la cantidad de publico, el ambiente...una idea se me pasó por la cabeza: "quizá el año que viene..." ¿y por qué no? con una buena preparación, seguimiento, y apoyo...yo creo que sí, lo voy a decir...¡Carlos, adelante! yo te ví con la bici de Javi. Tenías maneras. Adelante. El infierno te espera el año que viene. ¡Ánimo! Estamos contigo.

Nos fuimos a casa. Hicimos una merienda-cena larga, acabando los restos de comida que quedaban. Esta mal que lo diga yo, pero ¡qué rico el bizcocho que hizo Celeste! si es que yo ya sabía con quién me casaba.

Y, finalmente, la visita de Fran, amigo de Javi. Conversación amena y muy relacionada con el mundo del pedal que yo, alternativamente, mezclaba con la Final de la Champions (con todos los respetos).

DOMINGO: Turismo. Visita a las Cuevas del Soplao. Espectaculares pero, la próxima vez, hacemos la excursión de aventura. Más tiempo y más cosas para ver. Merece la pena.

Comimos en Cabezón. Antes, pasamos un ratillo refrescándonos en el agua del riachuelo que por allí pasaba. Paseamos un poco por la hierba. Se estaba genial. sacamos alguna fotillo y, a comer.

Y nada más, de vuelta a casa.

Sí que quiero darle las gracias a Javi por cómo ha organizado todo el fin de semana. Todo al detalle. Por toda la información que era necesaria (y la que no también), por proponer un plan alternativo para pasar un fin de semana y "sacarnos" de casa (la única pena: el no poder disfrutarlo -en nuestro caso- con Nerea), por acercarnos a gente que, de otra forma, veríamos más esporádicamente (y esas cosas "unen" más a la gente), por los ratos divertidos que hemos pasado, y por la energía positiva que siempre irradia y transmite a los que están al lado.

Ya, ya, puede que suene un poco pelota, pero sé que más de uno estará de acuerdo conmigo. Así es.

Al final, he empezado criticando la crónica de Javi por ser "pelín" larga, y creo que este comentario también lo ha sido.

¿Querías comentario, no Javi? Pues toma comentario.

3 comentarios:

Javi Calvo dijo...

Olé ese nuevo talante cervantino recién destapado!!

Sí señor, pelota y todo pero muy bueno!!

Gracias sobri-poli

Javi

Ana dijo...

Ja,ja....Me he reido un rato con tu extenso comentario....y qué razón tienes con que estas salidas unen a la gente...Claro que sí, totalmente de acuerdo.

Un saludo.

Ricar dijo...

Bueno, bueno...,ya veo que no soy el único que da la chapa, jijijjii, pero claro cuando escribes una crónica como esta tienes que estar dispuesto a recibir estos comentarios, jijijji, ya en serio, en dos palabras IM-PRESIONANTE, nos hemos reido mucho con ella,(casi mas que pedaleando). Solo deciros que sois la leche que animais solo con veros y que me alegro mucho que que estuvieseis allí. MUCHAS GRACIAS G.A.
Ricardo